27 de abril de 2015

Angel Food Cake with lemon curd

Cuando nombramos o escuchamos hablar del Angel Food Cake nos suena a algo celestial, divino... y no vamos mal encaminados porque este cake resulta ser esponjoso, ligero y delicioso que nos abre directamente las puertas del cielo.
 
Para elaborarlo, es necesario utilizar el molde específico para este bizcocho de la marca Nordic Ware. Es un molde de aluminio con sus características patitas que permite darle la vuelta y que el bizcocho quede elevado para facilitar su enfriado.
 
Con este Angel Food Cake participo en el concurso organizado por Claudia&Julia, la revista Top Chef y Nordic Ware.
 

 
 
 
 
 
Ingredientes (para molde de 25 cm)
 
12 claras de huevo pasteurizadas
125 gr de harina
275 gr de azúcar glass
1 cucharadita de crémor tártaro o 1 cucharadita de vinagre de manzana o 1 cucharadita de zumo de limón
2 cucharaditas de extracto de vainilla
1 pizca de sal
 
Lemon curd para rellenar y decorar
 
Para la cobertura
250 gr de mascarpone
20 gr de azúcar
2 cucharadas de lemon curd
 
Fresas
Arándanos
 
 
Preparación
 
Empezamos montando las claras junto con la cucharadita de vinagre o crémor tártaro y la sal en la thermomix con la mariposa hasta que empiecen a blanquear. Aumentamos la velocidad y seguimos montando durante unos 3-4 minutos o hasta que las claras formen picos blandos.
 
En ese momento, vamos añadiendo el azúcar tamizado poco a poco para que se vaya absorbiendo y las claras cojan un aspecto brillante. Añadimos el extracto de vainilla y seguimos montando hasta que el merengue esté completamente montado y firme.
 
Retiramos las claras a un bol grande y añadimos la harina tamizada en tres veces y la vamos incorporando a la mezcla con movimientos envolventes y con cuidado de no bajar el merengue.
 
Vertemos la mezcla en el molde sin engrasar. Alisamos la superficie y horneamos a 170º durante 40 minutos. Pasado este tiempo, comprobamos con un palillo si el bizcocho está bien cocido, si deja restos en el palillo dejamos un par de minutos más.
 
Tan pronto como retiremos el bizcocho del horno, le damos la vuelta al molde y dejamos enfriar boca abajo durante una hora aproximadamente. Cuando el bizcocho esté templado, lo desmoldamos y dejamos enfriar completamente sobre una rejilla. Para desmoldarlo, pasamos una espátula por los bordes del molde de una sola pasada y por el tubo central así como por la base del molde.
 
Una vez frío, cortamos el bizcocho por la mitad longitudinalmente y lo rellenamos con el lemon curd.
 
Para la cobertura, mezclamos el mascarpone junto con el azúcar y el lemon curd hasta conseguir una crema suave. Cubrimos la superficie con esta crema, incorporamos una cucharada más de lemon curd y mezclamos ligeramente formando un tornasol en la superficie.
 
Decoramos con unas fresas y unos arándanos, al gusto.
 
 
NOTA: es importante que este tipo de moldes de aluminio no se engrasen con mantequilla para que la masa se agarre a las paredes del molde y pueda subir.
 
El Angel Food Cake se enfria boca abajo, por eso las patitas del molde para que circule el aire y se enfrie uniformemente. Al ser una receta basada en claras de huevo, éstas al enfriarse se endurecen por lo que si no le damos la vuelta al cake, éste se bajaría durante su enfriado.
 
Se puede sustituir el crémor tártaro por vinagre blanco de manzana o por zumo de limón, es lo que he hecho en mi caso,
 
 

 
 

 
 
 
Receta adaptada a la de el Rincón de Bea.
 




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23 de abril de 2015

Risotto de sobrasada y champiñones

Hay a quien le da pereza preparar risotto porque piensa que es complejo de hacer y eso de estar continuamente moviendo el arroz se le hace pesado. A mi, por lo contrario, me encanta hacer risotto, a parte de su cremosidad me gusta vigilarlo, moverlo y ver como poco a poco se va cocinando este rico plato.
 
Se pueden hacer de un sinfín de combinaciones e ingredientes como carnes, pescados, verduras, setas... esta vez de sobrasada y champiñones con un toque de mozzarella.
 
La sobrasada es de Denominación de Origen de Mallorca siendo de una calidad superior y elaborada con cerdo negro.
 
 
 
 
 
Ingredientes
 
400 gr de arroz arborio
2 dientes de ajo
250 gr de champiñones
75 gr de mozzarella rallada
250 ml de vino blanco
1 litro de caldo o agua
Tomillo fresco
Sal y pimienta
 
 
Preparación
 
En una olla calentamos el caldo y lo mantenemos hirviendo a fuego medio. Reservamos.
 
Pelamos y cortamos los dientes de ajo y los doramos ligeramente en la cazuela con un poco de aceite. A continuación, pelamos y cortamos los champiñones a cuadraditos pequeños y se lo añadimos a los ajos. Salpimentamos y cocinamos hasta que se ablanden y cojan color.
 
Agregamos la sobrasada desmenuzada y dejamos que se funda ligeramente con el resto de ingredientes. Vertemos el vino blanco y dejamos que evapore el alcohol durante un par de minutos.
 
Incorporamos el arroz, lo salteamos unos segundos y añadimos el caldo caliente poco a poco, por cucharones. Primero un par de cucharones y cocinamos el arroz dando vueltas frecuentemente hasta que absorba casi todo el líquido, no dejar nunca el arroz sin caldo. Volvemos a agregar otros 1 o 2 cucharones más de caldo y seguimos moviendo para ayudar a que el arroz suelte el almidón y sea más cremoso. Dejamos cocer hasta que el arroz esté en su punto y haya absorbido el caldo. En ese momento agregamos La mozzarella y dejamos que se funda con el calor residual.
Dejamos reposar unos minutos antes de servir.
 


NOTA: es importante que en la cocción del arroz nunca nos quedemos sin caldo. Añadir el caldo antes que el arroz quede seco porque de lo contrario, no conseguiríamos la cremosidad adecuada.
 
 










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20 de abril de 2015

Tartaletas de fresa con ganache de chocolate a la sal

Estas tartaletas bien pueden ser un postre digno de domingo o para saciar nuestro sentido más pecaminoso. Bien es sabido que las fresas forman una combinación perfecta con el chocolate y en este caso con un puntito a la sal.
 
 
 
 
 
Ingredientes
 
250 gr de harina
50 gr de almendra molida
125 gr de mantequilla fría
2 yemas de huevo
Una pizca de sal
 
Para el ganache
100 ml de nata
 
Fresas
2 cucharadas de mermelada de fresa
 
Almendra crocant
Sal gorda
Flores de romero
 
Total: 6 tartaletas medianas
 
 
Preparación
 
Empezamos por la masa quebrada para formar las tartaletas. Para ello, mezclamos la harina junto con la almendra molida y la pizca de sal. Añadimos la mantequilla fría en dados y la vamos trabajando con los dedos, integrándola a la harina de manera que ésta vaya cogiendo humedad y forme una mezcla arenosa y húmeda. A continuación, añadimos las yemas de huevo y mezclamos.
 
Disponemos la masa sobre una superficie ligeramente enharinada y la amasamos bien hasta obtener una masa tersa. Formamos una bola, la tapamos con film y dejamos reposar en la nevera durante 30 minutos.
 
Pasado este tiempo, estiramos la masa con el rodillo hasta 0,5 mm. Cortamos discos más grandes que el tamaño de las tartaletas y las forramos de manera que la masa se adapte a los moldes. Si se rompe un poco la masa, no importa, cogemos trocitos de masa y la vamos retocando para que quede uniforme. Dejamos enfriar en la nevera unos 10 minutos más. Es importante que la masa al introducirla en el horno esté bien fría, de otra manera encogerá.
 
Cortamos la masa sobrante pasando un rodillo por encima y las rellenamos con las fresas cortadas en rodajas finas. Dejamos un espacio sin rellenar para luego verter la ganache.
 
Horneamos a 180º durante 15 minutos hasta que las tartaletas estén crujientes y doradas y las fresas jugosas.
 
Retiramos y pincelamos con la mermelada de fresa por encima.
 
Preparamos la ganache. En un bol vertemos la nata junto con el chocolate troceado y lo calentamos en el microondas en intervalos cortos hasta que la nata esté caliente. Movemos para que el chocolate se funda formando una ganache fina y brillante.
 
Vertemos la ganache sobre las tartaletas cubriendo completamente las fresas, espolvoreamos con el crocant de almendras, la sal gorda y unas flores de romero.
 
Dejamos enfriar hasta que la cobertura esté solidificada.
 
 
NOTA: se puede utilizar masa quebrada comercial pero es satisfactorio hacerla casera, el resultado será superior. Con estas cantidades he preparado 6 tartaletas medianas y me ha sobrado masa quebrada, se puede congelar perfectamente.
Las claras sobrantes las podemos congelar para hacer otras preparaciones.
 
 
 
 
 









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16 de abril de 2015

Timbal de patata violette con verduritas y bechamel de arroz {Receta PKU, sin gluten, sin lactosa}

La comida a veces más que en un placer se convierte en una necesidad de salud. Esto es lo que les pasa a los afectados por PKU, una enfermedad genética minoritaria, en la que la deficiencia de una enzima, la fenilalanina hidroxilasa, provoca un control estricto de la ingesta de proteínas de por vida hasta el punto de comer muy poca cantidad diaria o nada.
Sólo es libre el consumo de aceites, grasas, azúcar, miel, frutas y verduras, tapioca o almidón de maíz. El resto se debe pesar y controlar con precisión. Una ingesta no controlada repercutiría en daños neurológicos provocando retraso mental o dificultades en el desarrollo. Y de todos es sabido que sin ellas no podemos crecer, alimentar el cerebro y nuestros músculos. Cuando nacen los bebés se les pincha el talón y allí se detecta, para evitar los posibles daños neurológicos si no se trata.

Montse, "A bell bulto" tiene un chico y una chica con PKU. Nunca había oido hablar de esta enfermedad hasta que fue madre. No es una alergia o una intolerancia, es una enfermedad cuyo riesgo es grave si no se trata bien. En su casa les encanta comer, pero los chic@s tienen muy limitado el consumo de proteinas (carne, pescado, huevos, embutidos, legumbres, cereales, lácteos...) tanto, que sólo pueden tomar muy pocos gramos o simplemente nada. Hacer comida variada es una tarea complicada y que pueda ser sabrosa, vistosa y compartida por todos, todavía más.
Hemos pensado que sería una sorpresa para Montse el preparar recetas que puedan consumir sus hijos y toda la familia, para ampliar las posibilidades de este colectivo.
Así que los Gastroamig@s nos pusimos manos a la obra para informarnos y cumplir este arduo reto.

Ingredientes
500 gr de patata violette (2 gr proteína/100 gr producto)
1 cebolleta (1,2 gr proteína/100 gr producto)
200 gr de calabacín (1,8 gr proteína/100 gr producto)
200 gr de calabaza (1,2 gr proteína/100 gr producto)
Para la bechamel
1 cucharada aceite de oliva (0 gr proteína/100 gr producto)
15 gr de fécula de maíz o Maizena (0,3 gr proteína/100 gr producto)
250 gr de bebida de arroz Veritas (0,3 gr proteína/100 gr producto)
Nuez moscada
Sal y pimienta
Preparación
Lavamos y pelamos la patatas y las cocemos en abundante agua salada hasta que estén tiernas. Escurrimos las patatas, sin retirar el agua, y las pasamos por el pasapurés o en su defecto las chafamos con un tenedor. Añadimos un poco del agua de la cocción para conseguir una textura fina. Debe quedar un puré cremoso, ni muy ligero ni demasiado espeso. Condimentamos al gusto con pimienta y rectificamos de sal si fuera necesario. Reservamos.
Cortamos la cebolleta en brumoise fina y la pochamos en una sartén con un chorrito de aceite hasta que esté transparente. A continuación, agregamos la calabaza en daditos pequeños igual que el calabacín, pero éste no lo pelamos. Dejamos cocinar hasta que las verduras estén tiernas. Reservamos.
Para la bechamel, vertemos una cucharada de aceite de oliva en un cazo. Disolvemos la maizena en la bebida de arroz fría para evitar que se formen grumos y cuando el aceite esté caliente, añadimos el compuesto anterior. Bajamos a fuego medio y movemos continuamente con unas varillas hasta que la bechamel obtenga el espesor deseado. Condimentamos con sal, pimienta y nuez moscada, al gusto.
Montamos el timbal, para ello necesitamos un aro metálico. En el fondo hacemos una capa del puré de patata, encima disponemos las verduritas y tapamos con otra capa de puré. Napamos la superficie con la bechamel y gratinamos a 200ºC hasta que esté ligeramente dorada.
Retiramos el aro metálico y servimos caliente.
NOTA: la bebida de arroz es un buen sustituto de cualquier otra leche de origen animal y así eliminaremos la lactosa apta para dieta reducida en proteínas. Así como la Maizena o fécula de maíz que en este caso no contiene gluten por lo que la pueden consumir también los celiacos. Utilizando estos dos ingredientes en la bechamel, resulta una salsa apta para PKU, intolerantes a la lactosa y celiacos. El resultado de esta bechamel es algo más dulce que la bechamel común, por lo que es necesario condimentarla al gusto.
Con estas cantidades salen cuatro timbales, por lo que las cantidades de proteína se deben repartir entre las cuatro raciones.



Aquí las propuestas de mis compañeros.

Carmen, Dulces bocados
Silvia, Chez Silvia


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13 de abril de 2015

Saccottino formaggio e pere alla panna con pomodori secchi

En el último envío que me remitió Cosas de Pasta venían estos saccotino rellenos de queso y pera que acompañados con una salsa de nata y tomates secos ha hecho las delicias de toda la familia.
 
En casa nos encanta la pasta en general y la fresca y rellena en particular. En cuanto a la salsa, la probé hace poco en un restaurante holandés en mi último viaje, y como me gustó tanto intenté recordar los ingredientes para luego hacerla en casa. He tardado escasamente unos días en volverla a degustar para recordar ese sabor intenso que le aportan los tomates secos, en mi caso secados al sol de Andalucía por la tía de mi madre, nada que ver con los comparados.
 
Esta salsa se ha convertido en un imprescindible en mi recetario.
 
 
 
 
 
Ingredientes
 
1 cebolleta
10-12 tomates secos
400 ml de nata
50 gr de queso scamorza affumicata
Sal y pimienta
 
 
Preparación
 
Empezamos con la salsa ya que la pasta fresca se cuece en tan sólo 5 minutos y es mejor dejarla para el último momento.
 
Ponemos a hidratar los tomates en agua templada durante unos 10 minutos o hasta que estén hidratados. Al cocerse con la salsa se acabarán de hidratar.
 
Para la salsa, rallamos la cebolla y la sofreímos en una sartén con un chorrito de aceite. Cuando esté ligeramente dorada, añadimos los tomates hidratados y cortados finamente. Salteamos unos minutos y añadimos la nata. Salpimentamos al gusto y agregamos el queso rallado. Dejamos que la salsa espese a fuego medio y el queso se funda y se mezclen todos los ingredientes.
 
Hervimos la pasta en una olla con abundante agua salada durante 5 minutos. Escurrimos.
 
Para servir, disponemos la salsa en el fondo del plato y encima colocamos los saccottino o si se prefiere mezclamos la pasta con la salsa en la misma olla.
 
 
NOTA: la pasta fresca se puede congelar sin problema, en mi caso la tenía congelada. A la hora de consumirla no es necesario descongelarla previamente, se añade al agua hirviendo congelada y se cuece perfectamente.
 
Esta receta es tan sencilla y rápida que se prepara en escasos 15 minutos, ideal para esos días que vamos con prisas y sin ganas de pringarnos mucho en la cocina.
 











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5 de abril de 2015

Crema fría de lentejas

Es la primera vez que participo en el reto Cooking the Chef, y me ha encantado esta experiencia. Me gustan los retos porque me obliga a documentarme, a pensar y crear todo tipo de recetas que quizá en otro momento no hubiera preparado y en este caso a conocer a chefs reconocidos así como sus platos más populares, sin duda todo un reto.
 
Este mes, la protagonista es la conocida y mediática Samantha Vallejo-Nájera, parte del jurado de Masterchef. Hace un tiempo me enviaron su nuevo libro "Quedar bien sin complicarte la vida" y des de entonces tenía ganas de preparar esta crema fría de lentejas.
 
Y como no hay mal que por bien no venga, esta era la ocasión, aunque adaptada a la receta original.
 
 
 
 
 
Ingredientes
 
300 gr de lentejas
1 patata
1 cebolla
1 zanahoria
1 hoja de laurel
1/2 cucharadita de pimentón
100 ml de nata líquida
1 chorizo gallego (150 gr aprox.)
2 cucharadas de queso crema
Sésamo para decorar
Sal y pimienta
 
 
Preparación
 
Picamos tanto la cebolleta como la zanahoria en brumoise y la sofreímos en la olla con un chorrito de aceite, salpimentamos al gusto. Cuando estén tiernas, añadimos las lentejas, la hoja de laurel y el pimentón y cubrimos con agua. Cocemos y en el momento que rompa a hervir, añadimos la patata cascada. Dejamos cocer hasta que las lentejas estén tiernas.
 
Retiramos parte del agua de la cocción y la hoja de laurel y trituramos las lentejas. Vamos añadiendo agua poco a poco hasta conseguir una crema fina con la textura y el espesor deseado. Si añadimos el agua toda de golpe puede quedar una crema demasiado líquida por eso recomiendo añadirla a medida que la vaya necesitando.
 
Añadimos la nata y trituramos bien todo.
 
Cortamos el chorizo a rodajas y los sofreímos, sin nada de aceite, hasta que coja color. Insertamos un palillo en cada rodaja.
 
Servimos la crema en vasos individuales, disponemos una pequeña cantidad de queso crema, la brocheta de chorizo y espolvoreamos con el sésamo.
 
Se puede consumir tanto fría como caliente.
 
 
NOTA: esta vez he optado en presentar la crema en vasitos tipo chupito ideal para un aperitivo o como entrante pero se puede servir en cuencos más grandes como plato principal.
 
 

 
 
 
 
 



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